lunes, 10 de abril de 2017

TORRIJAS

Llega la Semana Santa y es tradición de mi familia hacer torrijas.
Las aprendí de mi padre que era un repostero de postín que siempre nos hacía dulces y cuando llegaba la Semana Santa preparaba las torrijas para todos en dos variedades, de vino y de leche aunque cuando éramos niños solo podíamos probar las de leche.

Mi forma de preparar las torrijas no sé si será la más ortodoxa pero así las he aprendido yo y así os las quiero transmitir.

Hay varios puntos a tener en cuenta a la hora de preparar las torrijas.
Lo primero es elegir el pan. Debe ser un pan con miga compacta y con cierta corteza pero si es posible que no lleve cortes para evitar que se nos rompan las torrijas. Podéis utilizar la receta que hay en el blog para hacer pan en casa, sin hacer los cortes en diagonal.
En segundo lugar el remojo del pan. No hay que pasarse porque se deshará el pan si las remojamos en exceso, siempre hay que hacerlo en su justa medida.
Y por último la fritura. Un buen aceite de oliva con baja acidez para que no de sabor y nos sirva para freír todas las torrijas sin quemarse. Y la temperatura del aceite debe ser alta pero no humeante, lo suficiente para que al echar la torrija se doren en un minuto pero no se quemen.

Con estos trucos se pueden conseguir unas torrijas estupendas.

Y ahora la receta, en 3 variedades pero con la misma preparación:

INGREDIENTES


  • 1 Barra de pan del día anterior (o un brioche o en mi caso hice también de panquemao que es un dulce típico de la región valenciana y que preparé dos días antes)
  • 1/2  litro de leche o 1/2 litro de horchata o 250 ml de almíbar (125 gr de azúcar en 125 ml de agua, llevar a hervor y ya tienes el almíbar) mezclado con 250 ml de mistela o vino dulce o 1/2 de vino tinto de buena calidad
  • 2 ramas de canela
  • La piel de una naranja (solo la piel, sin la parte de pulpa)
  • 3 o 4 huevos para rebozar
  • Azúcar y canela molida mezclados para embadurnar al final


PREPARACIÓN
  • Poner a hervir la leche con las ramas de canela y la piel de naranja y un par de cucharadas de azúcar.
  • Cuando haya hervido retirar del fuego y tapar hasta que esté completamente frío (recomiendo hacerlo el día de antes y dejar enfriar en la nevera).
  • Si las haces de vino tinto pon la rama de canela y la piel de naranja de la misma manera pero no lo dejes hervir, solo calentar y después dejar enfriar por completo.
  • Retirar la canela y la piel de naranja y poner en un bol ancho
  • Cortar el pan en rebanadas de aproximadamente 1,5 cm de ancho 
  • Poner en la leche ya fría las rodajas de pan dándole la vuelta en un par de minutos. No dejar en remojo mucho tiempo o se deshará el pan, la miga tiene que quedar mojada pero no empapada.
  • Colocar las rodajas ya mojadas en la leche en un colador grande sobre un plato para que escurra la leche sobrante.
  • Mientras remojamos el pan poner en una sartén honda el aceite abundante a calentar.
  • Batir los huevos y embadurnar las rodajas de pan con el huevo batido cuando el aceite ya esté caliente, freír las torrijas cuidando de darle la vuelta cuando ya estén un poco doradas y retirar de la sartén cuando tengan un color caramelo claro.
  • Dejar sobre un plato con papel absorbente para que no tengan exceso de aceite y se enfríen un poco.
  • En un plato llano poner azúcar y canela molida, remover y embadurnar con esta mezcla las torrijas fritas y eliminado el exceso de aceite.
  • Degustar solas o con unas frutas frescas (plátano, fresas, arándanos) 
Y ahora van las instrucciones para las otras variedades.
Si las haces de horchata el procedimiento es el mismo salvo que no debes infusionar nada con la horchata, ya está buenísima sin añadidos.
Si las haces de vino tinto, recuerda que el alcohol no se evapora, por lo tanto no son aptas para niños.
Si las haces de mistela, debes preparar el almíbar y cuando ya haya levantado el hervor, añade la mistela y no lo dejes cocer. Deja solo que se enfríe para poder introducir las rodajas de pan.
Si lo que utilizas es brioche o panquemao como en mi caso, ten mucho cuidado con el remojo porque absorberá de inmediato el líquido y se romperá, solo hay que poner las rodajas un momento hasta que tengan líquido en la miga, yo te recomiendo que las introduzcas en el líquido, le des la vuelta y las pongas a escurrir enseguida.

Cabe otra opción si quieres hacerlas un poco más gourmet, que sería recortar pequeños rectángulos de pan, después de mojar con la leche, embadurnar con huevo y tostar sobre una placa al fuego embadurnada con mantequilla, quedarán muy doradas y crujientes, aunque yo ya no diría que son torrijas tradicionales pero la verdad es que están buenísimas.

Espero que paséis un buena Semana Santa y no olvidéis que podéis seguirme en facebook y en Instagram.

Espero vuestros comentarios y las fotos de vuestras torrijas porque seguro que os SABEN A GLORIA